jueves, 23 de enero de 2020

Este próximo viernes 24, tenemos reunión en el centro.
Haremos meditación y leeremos textos de Madre y Sri Aurobindo Si alguien tiene interés por visitarnos será bienvenido. El horario suele ser de 18 a 20 h Un saludo.


LA AGENDA DE MADRE  

10 De mayo de 1958
Desde el punto de vista positivo, estoy convencida de que estamos de acuerdo sobre el resultado a obtener, es decir una consagración integral y sin reservas- en el amor, el conocimiento, y la acción- al Supremo y a Su Obra. Digo el Supremo y a su obra, porque la consagración al Supremo solamente no es suficiente. Estamos aquí, ahora, para  esta realización supramental y esto es lo que se espera de nosotros; mas para poder alcanzarla, es preciso que la consagración sea total, sin reserva, absolutamente integral. Creo que esto ya lo has comprendido, es decir, que tienes la voluntad de realizarlo.
Desde el punto de vista negativo- voy a hablar de las dificultades que hay que superar-; uno de los obstáculos más serios es la legitimación que la consciencia exterior ignorante y mentirosa, la consciencia ordinaria, da a todas esas pretendidas leyes físicas, causas, efectos y consecuencias, a todo lo que la ciencia ha descubierto físicamente, materialmente. Todo eso es una realidad indiscutible para la consciencia, una realidad que permanece independiente y absoluta en presencia de la eterna Realidad Divina.
Y es tan automático que es inconsciente.
Cuando se trata de movimientos como la cólera, los deseos, etc...Reconocen que están equivocados y que tienen que hacerlos desaparecer, pero cuando se trata de las leyes materiales –del cuerpo, por ejemplo, sus necesidades, su salud, su alimento y todas esas cosas-,les dan una realidad concreta tan sólida, tan compacta, tan establecida, que parecen absolutamente indispensables.
Pues bien, para poder curar eso, que es el mayor de todos los obstáculos (ese hábito de poner la vida espiritual por un lado y la vida material por otro, de reconocer a las leyes materiales su derecho a la existencia), hay que tomar una resolución, y es la de no legitimar jamás, cueste lo que cueste, ninguno de esos movimientos.
Para poder ver el problema tal como es, es completamente indispensable, es decir primordial, salir de la consciencia mental, incluso de la transcripción mental, en la mente más elevada, de la visión y de la verdad supramentales. No se ven las cosas tal como son, en su verdad, más que en la consciencia supramental; y si se intenta explicarlas, como estamos obligados a formularlas mentalmente, rápidamente se nos escapan.
En cuanto a mí, no he visto todo esto más que en el momento de esa experiencia (del 1 de mayo de 1958), y como resultado de esa experiencia. Pero incluso la experiencia misma es imposible de formular, y desde que me puse a hacer un esfuerzo para formularla, cuanto más  lograba formularla, más se desvanecía, se escapaba.
En consecuencia, si uno no se acuerda de haber tenido la experiencia, se queda igual que antes, pero con la diferencia de que, entonces, sabe, y puede saber, que esas leyes materiales no responden a la verdad. Eso es todo. No responden en absoluto a la verdad y, en consecuencia, si queremos ser fieles a nuestra aspiración, de ninguna manera hay que legitimar todo eso. Hay que decir: es un mal que tenemos que aguantar por ahora, durante un período intermedio, pero es un mal y una ignorancia. Porque verdaderamente es una ignorancia (no es sólo una palabra): es una ignorancia, las cosas no son así, incluso cuando lo que está en juego es nuestro cuerpo tal como es. En consecuencia, no legitimemos nada. Digamos: es un mal que hemos de aguantar por el momento hasta que salgamos de él, pero no RECONOCEMOS a todo eso una realidad concreta. NO tiene una realidad concreta, tiene una realidad engañosa, eso que llamamos realidad concreta es una realidad engañosa.
Y la prueba-tengo una prueba porque la experiencia la tengo en mí misma-, es que desde el momento en que uno está en la otra consciencia, la verdadera consciencia, todas esas cosas que parecen tan reales, tan concretas, cambian INSTANTÁNEAMENTE. Hay cierto número de cosas, de condiciones materiales de mi cuerpo-materiales-que han cambiado instantáneamente. No duró el tiempo suficiente como para que cambie todo, pero hay cosas que han cambiado y que ya no han vuelto nunca a ser como antes, han quedado cambiadas. Es decir, que si aquella consciencia fuera mantenida constantemente ¡sería un milagro perpetuo (lo que, desde nuestro punto de vista ordinario, llamamos milagro), un milagro fantástico y perpetuo! Pero desde el punto de vista supramental, no sería en absoluto un milagro, sería lo más normal.
Por lo tanto, si uno no quiere oponer una resistencia oscura, inerte, obstinada a la acción supramental, tiene que admitir, de una vez para siempre, que no debemos legitimar nada de todo eso.
La Madre
(Traducción: Instituto de Investigaciones Evolutivas, pág. 216, 217, 218)