miércoles, 12 de mayo de 2021


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 Boletín 1





jueves, 11 de marzo de 2021

 

Tantra en el Yoga de Sri Aurobindo y la Adoración a la Madre

 

Todos los años, en el 21 de febrero, celebramos el aniversario de Madre, la fundadora de Auroville. Desde un punto de vista muy particular, quisiera haceros participes del porqué de la veneración a Madre, desde la perspectiva de Sri Aurobindo.

 


En India, la palabra yoga esencialmente significa fusión o unión. Conocéis o habéis oído hablar del Yoga Integral de Sri Aurobindo en el que hace una síntesis de diferentes caminos de yoga enfatizando especialmente en el Raja Yoga, el Jnana Yoga, el Bhakti Yoga y el Karma Yoga. Todos ellos conocidos caminos de yoga que, por diferentes sendas y tendencias de nuestro carácter, pueden llevarnos a la unión con el Divino. Todos ellos, con más o menos intensidad, implican un esfuerzo de nuestra parte para su ejecución. Pero Sri Aurobindo también nos habla del Tantra y forma parte importante de su Yoga.

En occidente hemos entendido de manera muy parcial y limitada la palabra Tantra y la hemos relacionado con el Kama Sutra, lo cual es un grave error. El Tantra no tiene una connotación sexual, si bien es cierto que hay una vertiente que podríamos traducir como “Tantra del Lado Izquierdo” donde, además de otras técnicas complejas y en cierta manera peligrosas, pueden usarse técnicas sexuales.

El método que sigue el Tantra es el de la “sumisión y entrega completa” al Divino. Este método es en sí un camino de yoga y puede llevarnos a la realización,  pero además es la mejor ayuda a nuestra Sadhana (práctica de yoga), pues facilita cualquier tapasya (energía del esfuerzo en yoga) que realicemos con los yogas antes mencionados.

Pero, ¿dónde está el Divino? si no lo veo, ¿hacia dónde debo dirigir mi entrega?

Quizás no veamos al Divino pero sí su manifestación; el mundo, el universo, la energía creativa de donde surge todo, el microcosmos y el macrocosmos, la Madre hacedora de todo y de todos, lo que en India llaman Shakti o Mahashakti, la Energía Divina con sus numerosos aspectos, matices y caras de deidades. Quizás así nos resulte más fácil, visible y concreto el objetivo de nuestra sumisión. Si nos damos completamente, sinceramente a esa Shakti, que es la Energía Universal Todopoderosa, esta acción de entrega cambia el sujeto de la acción y es Ella la que realiza la acción y quien hace el esfuerzo.

Sraddhalu Ranade nos da un ejemplo muy ocurrente; compara el Yoga y el Tantra con la actitud de la cría de mono y la cría de gato. La cría de mono se sujeta fuertemente al cuello de su madre mientras ésta lo lleva de rama en rama, ha de hacer un esfuerzo para no caerse, Yoga. La cría de gato se entrega a su madre y es ésta quien con su boca lo sujeta mientras salta del árbol, no hay esfuerzo, hay entrega, Tantra.

Pero esta entrega ha de ser consciente, activa y completa, no es efectiva si la realizamos desde una actitud tamásica (perezosa y no responsable), pues la Shakti no solo es Shwari o Lakshmi sino Kali y Durga y las consecuencias a ese Tamas (inercia) pueden resultarnos difíciles de sobrellevar.

Desde sus primeros pasos en el yoga, Sri Aurobindo hace hincapié en su adoración a la Madre Universal, primero por motivos políticos, recordemos el Himno a Durga o los boletines de Bawani Mandir y Bande Mataram, todos ellos nombres asociados a la Madre. Sri Aurobindo también explica su visión de la Presencia Viva de Kali en una escultura de piedra en un templo a la orilla del río Narmada, en Gujarat.

Pero veamos que dice Sri Aurobindo en sus escritos y en sus propias palabras acerca de la Shakti y la Madre… “Mirra”:

 

 The Mother/ “La Mahashakti, la Madre universal, elabora todo lo que su consciencia trascendente transmite desde el Supremo y entra en los mundos que ella ha creado; su presencia los llena y los sostiene con el espíritu, la fuerza y el deleite divinos y sin los cuales estos mundos no podrían existir.”

 

The Mother/ “Aquella a quien adoramos como la Madre es la divina Fuerza Consciente que domina toda la existencia, una y sin embargo tan multifacética…”

 

On Him Self/ “…entrega de uno mismo con todo lo que uno es y tiene en cada plano de consciencia y en cada movimiento al Divino y a la Shakti”

 

Y también en una recopilación de Cartas sobre la Madre:

 

7.7.1936/ “No hay muchas Madres, hay Una sola en muchas formas.”

 

24.7.1933/ “La Madre Divina es la Conciencia y la Fuerza del Divino, es la Madre de todas las cosas.”                 

 

16.6.1933/ “Hay una Fuerza divina que actúa en el universo y en el individuo y también está más allá del individuo y del universo. La Madre representa los tres, pero ella está trabajando aquí en el cuerpo para hacer descender algo que aún no se ha expresado en este mundo material para transformar la vida aquí; es para que vosotros la consideréis como la Divina Shakti que trabaja aquí con ese propósito. Ella es esto en un cuerpo, pero su consciencia también se identifica con todos los demás aspectos de la Fuerza Divina.”

 

3.8.1934/ “Es la realidad superior que la Madre trae al mundo; sin ella, todo lo demás es ignorante y falso.”

 

17.8.1938/ “El Divino se reviste de humanidad, asume la naturaleza humana exterior para recorrer el camino y mostrarlo a los seres humanos, pero no deja de ser Divino. Es una manifestación que tiene lugar, una manifestación de una creciente consciencia divina, no una transformación humana en divina.

La Madre (Mirra) interiormente estaba por encima de lo humano incluso en la infancia.” 

 

1.10.1933/ “La Madre ha venido para trabajar en la tierra, no en otro mundo. El loto de los mil pétalos y el plano o mundo que le corresponde es sólo un medio de comunicación entre la Verdad y la existencia terrestre. “

 

22.9.1935/ “La Madre viene para hacer descender el supramental y es el descenso lo que hace posible su manifestación plena aquí.”

 

17.8.1941/ “La Madre no es discípula de Sri Aurobindo. Ella ha tenido la misma realización y experiencia que yo. El sadhana de la Madre comenzó cuando ella era muy joven. Cuando tenía doce o trece años, todas las noches se le acercaban muchos maestros y le enseñaban diversas disciplinas espirituales. Entre ellos había una figura asiática oscura. Cuando nos conocimos, inmediatamente me reconoció como la oscura figura asiática a quien solía ver hacía mucho tiempo. Que ella viniera aquí y trabajara conmigo por un objetivo común era, por así decirlo, una dispensación divina. La Madre era una experta en el yoga budista y el yoga del Gita incluso antes de llegar a la India. Su yoga avanzaba hacia una gran síntesis. Después de esto, era natural que viniera aquí. Ella ha ayudado y está ayudando a dar una forma concreta a mi yoga. Esto no hubiera sido posible sin su cooperación. Uno de los dos grandes pasos de este yoga es refugiarse en la Madre.”

 

1933/ “La Madre y yo representamos el mismo Poder en dos formas.”

 

23.5.1933/ “La Madre y yo somos uno pero en dos cuerpos; no es necesario que ambos cuerpos hagan siempre lo mismo.“

 

24.11.1935/ “Hay una sola fuerza, la fuerza de la Madre, o si queréis decirlo así, la Madre es la Fuerza de Sri Aurobindo.”

 

Por último, en su epopeya Savitri, Sri Aurobindo dedica el libro tercero a la Madre Divina y en particular en su canto segundo, titulado La Adoración a la Madre Divina, nos explica su propia experiencia, de forma poética y velada, de como después de su ascensión y realización yóguica queda sumergido en un absoluto Vacio más allá del mundo y es gracias a la llegada de Madre que puede llevar su realización al plano terrenal.  

 

310-1  Una quietud absoluta, inexpresable,

Sobreviene al pleno descubrimiento del alma

Un muro de calma la separa del mundo,             

310-8  Un vasto silencio espiritual del Ser ocupa el Espacio;

310-15  ¡Oh alma, aún es pronto para regocijarse!

310-18  ¿Dónde has dejado la misión del Yo y el Poder del Yo?

¿En qué estancada orilla del camino del Eterno?

Aquel que tenias dentro era el yo y el mundo

¿Qué has hecho de su propósito bajo las estrellas?

¡La huida no aporta ni la victoria ni la corona!

311-2  La pasión y la belleza de la novia,

La cámara donde los gloriosos enemigos se abrazan,

La sonrisa que salva, la dorada culminación de las cosas

También esto es Verdad en la mística fuente de la Vida.

 

312-11  Desde el centro de una maravillosa Trascendencia,

Un cuerpo majestuoso y translúcido

Como una dulce condensación mística de su ser  

Escapando de la Bienaventuranza original

Viniendo como una expansión de la eternidad,

Alguien ha llegado infinito y absoluto.

Un ser de sabiduría, poder y deleite,

Igual que una madre atrae a su hijo en su regazo,

Ha ceñido en su pecho a la naturaleza y al mundo y al alma.

321-24  Una belleza y un esplendor se han deslizado furtivamente

313-7  Hay alguien supremo detrás de Dios.

Una Madre poderosa incubaba el mundo;

Una consciencia revelaba su rostro maravilloso

Trascendiendo todo lo que es, no rechazando nada:

313-29  La existencia ya no parecía una caída sin propósito,

La aniquilación ya no era la única liberación.

314-19  Ella es el corazón luminoso del Desconocido,

Un poder de silencio en los abismos de Dios,

Ella es la Fuerza, la Palabra inevitable

El imán de nuestro difícil ascenso,

El Sol que enciende todos nuestros soles,

La Luz que se asoma desde las Vastedades inalcanzables,

La alegría que nos llama a lo imposible,

El Poder de todo aquello que no ha descendido aún.

314-31  Todo aquí un día será su dulce hogar,

Todos los contrarios anuncian su armonía;

Hacia ella nuestro conocimiento asciende, nuestra pasión palpita;

En su milagroso frenesí viviremos

Su abrazo convertirá nuestra pena en éxtasis.

Por ella nuestro yo será uno con el yo de todo.

 

316-6  Ahora las otras demandas en él habían acallado su grito:

Solo anhelaba traer su presencia y poder

Dentro de su corazón y su mente y su cuerpo;

Solo ansiaba hacer descender por siempre

Su toque sanador de amor y verdad y alegría

Hasta las tinieblas del mundo sufriente.

Su alma fue liberada y entregada solo a ella.



 

Alfonso Galiana 21.2.2021

 

 

 

martes, 5 de enero de 2021

LAS DUDAS Y EL DIVINO

Todo el mundo sabe, tanto el pensador espiritual como el materialista, que el mundo, para el ser creado o evolucionado de forma natural en la ignorancia o en la inconsciencia de la Naturaleza, no es ni un lecho de rosas ni un alegre sendero de Luz. Es un viaje difícil, una batalla, una esforzada lucha, un crecimiento a menudo doloroso y accidentado, una vida asediada por la oscuridad, la falsedad y el sufrimiento. Tiene alegrías y placeres mentales, vitales y físicos, pero éstos proporcionan sólo un gusto pasajero de los cuales el ser vital todavía no puede prescindir- y acaban en disgusto, fatiga o desilusión. ¿Qué entonces? Decir que el Divino no existe es fácil, pero no conduce a ninguna parte te deja donde estás sin ninguna perspectiva o vía de escape-; ni Russell ni ningún materialista puede decirte adónde vas ni adónde debes ir. El Divino no se manifiesta de modo que pueda ser reconocido en las circunstancias exteriores del mundo, es cierto. Éstas no son la obra de un autócrata irresponsable que existe en alguna parte: son las circunstancias de un juego de Fuerzas de acuerdo con una cierta naturaleza del ser, una cierta proposición o problema del ser -podría decirse- en el que todos hemos consentido realmente en entrar y cooperar. ¿Es doloroso el trabajo, equívoco, e imposibles de prever sus vicisitudes? Existen dos posibilidades así pues: salir de él y penetrar en el Nirvana por la vía Budista o acosmista, o penetrar en uno mismo y encontrar al Divino ahí, ya que no es visible en la superficie. Porque aquellos que han hecho el intento, y no son unos pocos sino cientos y miles, han testificado a través de los siglos que Él está ahí y es ésa la razón de que exista el Yoga. ¿Se requiere mucho tiempo? ¿Está el Divino oculto tras el espeso velo de su Maya y no responde enseguida o en un primer momento a nuestra llamada? ¿O concede sólo un atisbo incierto y pasajero, y se retira entonces y espera a que estemos preparados? Pero si el Divino tiene algún valor, ¿no merece la pena  algún problema y algo de tiempo y esfuerzo para buscarle?, ¿deberíamos insistir en poseerle sin ninguna preparación o sacrificio o sufrimiento o conflicto? Sin duda es irracional una exigencia de tal naturaleza. Es cierto que tenemos que ir hacia dentro, tras el velo, para encontrarlo; sólo entonces podremos descubrirlo en el exterior y el intelecto se verá no tan convencido como forzado a admitir su presencia por experiencia -como cuando un hombre ve lo que ha negado y no puede negarlo por más tiempo. Pero para ello deben ser aceptados los medios, la persistencia de la voluntad y la paciencia en el trabajo.

 10 de Septiembre, 1933

Sri Aurobindo

Del libro: EL ENIGMA DE ESTE MUNDO

Editado por Fundación Centro Sri Aurobindo-Barcelona