El camino
La vida es una elección
perpetua entre la verdad y la mentira, la luz y la oscuridad, el progreso y la
regresión, la ascensión hacia las alturas o la caída en los abismos. Cada uno
ha de elegir libremente.
No nos comprometemos en
el camino espiritual más que cuando sentimos que no podemos hacer otra cosa.
La actitud intelectual
viene primero y la puesta en práctica le sigue poco a poco. Lo que es muy
importante es mantener muy despierta la voluntad de vivir y ser lo que sabemos
que es la verdad. Entonces es imposible detenerse y aún más retroceder.
Todos los seres
humanos tienen un destino espiritual más o menos próximo según la resolución de
cada uno. Es necesario quererlo con toda sinceridad.
Hay un
conflicto en ti, entre lo que está apegado a la vida ordinaria y entre lo que
aspira a una vida divina. A ti te corresponde elegir lo que es más fuerte en ti
y actuar en consecuencia.
Puedes seguir
los meandros de innumerables reencarnaciones o elegir el camino rápido y
escarpado de la “sâdhanâ” intensiva.
El camino
perfecto: para cada uno, es el camino que le conduce más rápidamente al Divino.
Todo era de
oro, un torrente de luz dorada fluía en una corriente ininterrumpida y llevaba
con ella el conocimiento de que el camino de los dioses es un camino soleado en
el que las dificultades pierden toda realidad. Tal es el camino que se abre
ante nosotros si elegimos seguirlo.
Del libro Palabras De Madre
De Aurobindo.ru y revisado por nosotros.
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